Este hecho supone una inyección de energía para todos los seres vivos, pero también implica un cambio de ritmo, que puede provocar algunos desajustes: es normal sentirse algo cansado y bajo de ánimo. Para superar esos problemas lo mejor es no resistirse al cambio y poner en marcha algunas medidas.
La primavera es la estación del nacimiento y la creatividad. Una etapa para abrirse al futuro e impulsar nuevos proyectos. Realizar un ayuno, que ayuda a eliminar toxinas, o seguir una dieta ligera, rica en alimentos puros y nutritivos, como semillas, ensaladas, germinados y cereales como el arroz, que aumenta los niveles de serotonina, puede ser una buena forma de preparar el organismo para recibir la estación con energía renovada y mayor claridad mental. El ejercicio físico y la práctica de alguna técnica de relajación son otras medidas igualmente útiles para abrirse a la vida naciente.
Publicado por Victoria Pérez Mayal
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